El mantenimiento hospitalario es un conjunto de estrategias enfocadas en preservar la infraestructura que permite brindar servicios médicos de manera segura y eficiente. Por lo general, su metodología se asocia con beneficios relacionados a la salud financiera (y con toda la razón); sin embargo, más allá de optimizar recursos y reducir pérdidas, sus acciones de prevención y corrección juegan un papel clave para el cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM’s). ¿Sabes por qué?
Las NOM’s s son un marco legal que se fundamenta primordialmente en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y complementariamente en la Ley General de Salud, la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, y la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Además de decretar la necesidad de contar con pautas para reglamentar el sistema de salud a nivel nacional, este sustento jurídico designa a las autoridades competentes y sus atribuciones para solicitar, elaborar, revisar y expedir dichos criterios normativos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, una NOM se define como una regulación técnica de observancia obligatoria que establece reglas, especificaciones, atributos, características o prescripciones aplicables a todo factor relacionado al ámbito de la salud que pueda constituir un riesgo para la seguridad de la población, por ejemplo:
Dicho de otra forma, las NOM’s definen las condiciones e infraestructura que posibilitan los servicios médicos a nivel nacional, desde la fabricación de insumos y equipamiento, hasta las condiciones materiales en que se llevan a cabo desde las consultas de medicina general más elementales, hasta las más complejas intervenciones quirúrgicas. ¿El objetivo? Garantizar la seguridad sanitaria y la calidad de la atención a la salud en todos sus niveles, así como proteger el medio ambiente y el patrimonio del país.
Cabe resaltar que, al tratarse de estipulaciones federales, su transgresión acarrea sanciones administrativas, en este caso, por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), órgano encargado de verificar el cumplimiento de la citada normativa y facultado para emitir cuatro tipos de sanciones para sus infractores: amonestaciones con apercibimiento, multas de hasta 2 millones 780 mil pesos, arrestos de hasta 36 horas y clausuras temporales o definitivas, las cuales pueden ser parciales o totales.
Ante los escenarios mencionados, queda clara la conveniencia de adherirse a las disposiciones pertinentes. Acatarlas no sólo evita riesgos sanitarios y asegura servicios médicos dignos, seguros y eficaces; también favorece la confiabilidad y las finanzas de todo establecimiento de salud, ya pertenezca al sector público o privado. No obstante, para cumplirlas cabalmente, los directores y administradores de hospitales, clínicas y laboratorios médicos requieren más que simple voluntad: necesitan mantenimiento hospitalario.
La importancia del mantenimiento hospitalario para el cumplimiento de la normativa vigente está fuera de duda: la asesoría e intervención de personal especializado es fundamental para verificar que el equipo e instalaciones médicas funcionen adecuadamente y en apego a las NOM’s, principalmente a las siguientes:
Por medio de métodos rigurosos y una logística milimétrica, el mantenimiento hospitalario contempla cada uno de los parámetros establecidos en las citadas normas para planificar y ejecutar la ruta crítica más conveniente para cada establecimiento. Así, mediante soluciones integrales que se ocupan de optimizar el equipamiento y las instalaciones sin alterar sus componentes por encima de la ley, esta rama del mantenimiento se posiciona como un elemento clave dentro de la gestión hospitalaria que, entre otros beneficios, garantiza la seguridad de los trabajadores y pacientes, estimula la confianza en clientes e inversores, fomenta la competitividad e incrementa la calidad de los servicios médicos.
Ante la imperiosa necesidad de operar bajo condiciones infraestructurales óptimas y apegadas al marco legal correspondiente, hospitales, clínicas y laboratorios médicos deben contar con la asesoría de una empresa especializada en el mantenimiento de la dotación médica. En este sentido, Mantenimiento HC representa la alternativa más confiable y eficiente. Desde hace más de una década, nos hemos dedicado a la conservación y modernización de instalaciones y equipamiento hospitalario a todo lo largo y ancho de la República Mexicana, garantizando siempre la calidad y durabilidad en cada uno de nuestros trabajos.
A través de un servicio personalizado y ajustado al presupuesto de cada cliente, Mantenimiento HC diseña rigurosos planes de prevención y corrección para optimizar desde los establecimientos médicos más básicos hasta los espacios más especializados y modernos del sector. Igualmente, nos ocupamos de proteger los equipos y sistemas imprescindibles para los tres niveles de atención a la salud, con la finalidad de contribuir en la consolidación de un sistema de salud digno, seguro y vigoroso.
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